Hemos dicho que, de una manera espontánea y natural, todos somos realistas metafísicos y sostenemos, junto con la creencia de que existe un mundo exterior, objetivo e independiente de nuestro pensamiento, la noción de la "verdad como correspondencia". Como dijo Aristóteles, la verdad es "decir de lo que es, que es", y la mentira es "decir de lo que no es que es" o al revés.
El problema viene si pensamos seriamente en "lo que es":
"¿Qué es lo que es?, ¿Qué es lo que existe? ¿Puedo separar la "realidad" de mi "pensar-lá"?
¿Y quién comprobaría si hay una "correspondencia" entre lo que pienso (la idea, el concepto, lo que digo.....), es decir, mi supuesto conocimiento, y la supuesta "realidad objetiva"?
Dios, claro, pero no vamos a caer otra vez en el realismo dogmático de Descartes!
![]() |
Alumno que ha abandonado para siempre el realismo ingenuo. Su vida ya no volverá a ser la de antes. |
Y todo por una mesa........
Es justo ahora cuando nos acordamos de aquellas palabras de Nietzsche:
¿Qué es entonces la verdad? Una hueste en movimiento de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes; las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y no son ahora ya consideradas como monedas sino como metal.
F. Nietzsche, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral.
*******************************************************************************
De acuerdo, pero..... seamos al menos "buscadores de la Verdad", ¡por siempre!
Texto para clase
No hay comentarios:
Publicar un comentario